La mayor unidad hotelera de Fátima, con espacios y servicios diversificados, nació con un fin solidario: ser el soporte económico de las misiones de la Congregación del Verbo Divino (SVD).
Para comprender la historia del Steyler Fátima Hotel, hay que retroceder al año 1875. En el siglo XIX se desarrolló en la Iglesia de Europa una conciencia muy viva de la responsabilidad misionera, siendo el Padre Arnaldo Janssen (de nacionalidad alemana) un verdadero ejemplo. El 8 de septiembre de 1875 fundó la Congregación de los Misioneros del Verbo Divino. La sede no se estableció en Alemania, debido a la política anticlerical de Bismarck, sino en la pequeña localidad de Steyl, ya en territorio holandés. De esta fundación surgió un movimiento misionero internacional que llevó a la SVD a todo el mundo.
Corría el año 1949 cuando, en la villa de Tortosendo, un grupo de padres y hermanos de la SVD inició una presencia verbita en Portugal.
También en Fátima se manifestó la voluntad de constituir una comunidad verbita junto al Santuario de Nuestra Señora. Así, el 21 de septiembre de 1954 se inauguró el año lectivo del nuevo Seminario.
La historia del Hotel está inevitablemente ligada al nombre de José Otto Popp, sacerdote SVD. Nacido en Alemania en 1909, llegó a Portugal en 1959 para asumir la función de superior regional. Traía consigo la experiencia suficiente para comprender la necesidad de crear fondos económicos que consolidaran la actividad misionera de la Iglesia. Fundó una liga de benefactores, denominada “Amigos de Fátima”, que se ofrecieron a dar soporte económico a las estructuras formativas en Portugal. También comprendió que era necesario apostar por la sostenibilidad económica, sin depender únicamente de benefactores. Con este objetivo, en 1960 adquirió la Pensión Iria, en el lugar donde hoy se encuentran el Steyler Fátima Hotel y la Paramentaria Verbo Divino.
Para darle una identidad verbita, el P. Popp solicitó de inmediato que se cambiara el nombre de la Pensión Iria a Casa Verbo Divino.
Las transformaciones que se fueron realizando en la Casa Verbo Divino, como la adquisición de un nuevo bloque, aumentaron la capacidad de la unidad hotelera. Se solicitó al organismo de Turismo la clasificación como hotel, la cual fue concedida, convirtiéndose en el Hotel Verbo Divino, con 3 estrellas y 208 habitaciones.